Hay días en los que es complicado ser estudiante de medicina.
Tú, que llegas a la facultad, equipado con tu bata y tu carpeta, dispuesto a cambiar el mundo (aunque en realidad tienes unas simples prácticas, pero bueno, soñar es gratis).
¿Y qué te encuentras? Una profesora sanguinaria que se dedica a drogar a un pobre e indefenso ratoncillo. Un pequeño ratón que acaba envenenado por esa bruja.. .. ..
Entonces es cuando tomas la decisión. Hoy vas a cambiar el mundo.Te diriges rápidamente a la zona en la que trabajan con radiación. Estás harto de ver lo que tienes que hacer para ser una superheroína. Estás cansada de superhéroes que en realidad son arañas o murciélagos (puaggg). Todo está preparado, ha llegado el momento, te vas a convertir en ¡MEGA RATONA!.
Por fín podrás emular las aventuras de los Motorratones de Marte, de Stuart Little, de la Ratita Presumida. Podrás luchar contra las injusticias cometidas en los laboratorios de todo el mundo y en tus ratos libres jugarás al gato y al ratón con el minino del vecino. ¡La emoción te embarga, puedes volar!
Entonces te caes de la cama, escuchas que Homer grita en tu despertador. Se acabó la siesta, es hora de ir a clase.
1 comentario:
Jejejeje....
Los sueños sueños son, pero a veces se hacen realidad...
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