Una de mis películas favoritas, por no decir la más. Y es que es un precioso cuento de navidad contado con la inigualable calidad de Tim Burton.
Aunque mucha gente lo piense, en realidad no fue él quien la dirigió, sino que fue Henry Selick. Pero está basada en un cuento original de Tim y su estética es bastante fiel a los dibujos originales del mismo.
La técnica utilizada es el stop-motion, que se basa en la captura de fotografías para obtener el movimiento. Como curiosidad, solo dos objetos tenían movimiento mecánico: la bañera que transporta a Lock, Shock y Barrel; y la colina que se despliega mientras pasa Jack.
La música es uno de los factores más importantes de la peli. Fue Danny Elfman el encargado de componerla y la verdad es que consiguió una banda sonora espectacular, llena de canciones míticas, pegadizas e inolvidables.
Esta película se considera, casi catorce años después de su estreno, todo un clásico del cine de animación. Y es que la verdad no tiene desperdicio.
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