Calienta el sol, casi no hay nubes y las gaviotas graznan. La gente se pone sandalias, vestiditos de verano, gafas de sol. Dejan en casas sus abrigos, pantalones largos y calcetines de lana.
Pero aquí sigo yo, arropada por mis sábanas de franela, tomando un chocolate con miel y con una bufanda al cuello. Viendo el cielo azul por la ventana, escuchando a los niños correr por el patio, deseando tomar un heladito en una de las terracitas.
No llueve, pero ojalá.. .. ..
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